Trepada de cabeza en una tela colgante que parece que no va a soportar mi peso, mi mayor preocupación es no caer al suelo con un tremendo estruendo en este estudio silencioso, donde yo y otras cinco respiraciones procuran mantenerse estables; así, de cabeza, me doy cuenta, que aunque hace apenas dos semanas atrás, lo que acabo de lograr, parecía más que imposible y me repetía cosas, como: "ellas por que saben", "no pues para que yo logre hacer eso, va a estar canijo", "tal vez despúes de todo, esta yoga aérea se ve muy bonita pero no es para mí". Hoy ¡LO LOGRÉ!
Ahora me digo y te digo, permítete explorar, intentar cosas diferentes, esas cosas que hacen que te brillen los ojos, que te palpite el corazón, "que te hacen ilusión" (como dicen las señoras, yo ya casi una de ellas, jajaja) esas en las que sientas emoción, cosquillas en el pecho o en la panza, cosas que comúnmente no harías por miedo, por inseguridades o por el que dirán.
Alguna vez una amiga me platicó que se había pintado el cabello de rojo, y que su hermana, no paraba de decirle cosas y hacer burla de eso; meses más tarde su hermana se pintó el pelo de rojo.
Criticamos tal vez por el miedo que eso que vemos nos produce, no necesariamente significa que no nos guste, sino porque tal vez no somos lo suficientemente valientes para intentarlo, mientras otros sí.
Me siento una persona muy afortunada, puesto que la vida me ha dado la oportunidad de hacer e intentar todo lo que he querido aprender y conocer, que el curso de ilustración digital, que el diplomado de caligrafía, el de repostería, las clases de tahitiano, el taller de corte y confección, escritura y redacción, las materias que alcancé a cursar en la noble licenciatura de educación preescolar y mi adorada profesión de diseñadora gráfica que me ha permitido crecer y conocer personas; algunas, te inspirarán, te maravillaran, algunas te olvidarán, algunas te marcarán, otras más vendrán solo a enseñarte lecciones, al final, este colash de aventuras y vivencias, en lugares y con seres humanos diferentes y variados, te dejarán experiencias, enseñanzas, satisfacciones, y autoconocimiento, te darás cuenta de tus límites y al mismo tiempo de forma ambivalente, descubrirás que no los hay.
Así que a darle, ¡a vivir! en este año que recién empieza, que cuando inviertes en ti, en descubrirte, en construirte, todo suma, no importa si estás tomando clases de bordado y luego te lanzas a a aprender carpintería, siempre y cuando te represente una acción de amor y de escucha hacia ti, hacia tus deseos e inquietudes, total, si descubres que eso de trabajar con maderas y clavos no es lo tuyo, al menos ya lo habrás descubierto, nada es en vano, tal vez solo son actos diarios que nos van colocando un poquito mas en nuestro nuevo lugar, en nuestra nueva vida o en nuestro nuevo y mejorado yo ¿quien sabe?...
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