Soy la oruga... soy la oruga que se arrastra, no sé si
me dijeron que tenía que ser mariposa y por eso me aferro a cambiar y me
presiono y me regaño, porque he visto a otras orugas que van por la vida
siendo orugas, disfrutando siendo orugas, sin decirse a sí mismas, tengo que
ser mariposa, tengo que ser mariposa, el cambio se da, inevitable, a su tiempo,
sobre todo a su tiempo, no al tiempo que la oruga desea, sino al tiempo en el
que es preciso que ocurra.
¿ Y si en esta vida soy siempre una oruga? ¿Si la muerte en
sí es la que da alas? si la vida es para eso, para aceptar ser una oruga, para
ver mi cuerpo verde, para andar por ahí sintiendo la tierra, para ser una obra
en transición, una obra incompleta...
Comentarios
Publicar un comentario